Tras una carrera como pelotari espectacular, Abel Barriola, decidió que había llegado el momento de retirarse de los frontones.
En su último partido, Abel recibió su merecido homenaje y de la mano del Ayuntamiento de San Sebastián recibió una escultura de Iñigo Arístegui.
En la escultura se pueden observar tres formas circulares. Por un lado representan las tres montañas que se observan en la bahía: Igeldo, la isla Santa Clara y Urgull. Y por otro lado representa la retirada de su deporte. Los pelotaris protegen sus manos de los golpes a la pelota con tacos y esparadrapo, que al finalizar el partido, se retiran y se hacen todos una bola. De ahí surge el símil de terminar su partido, en este caso, su carrera.